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Chile 2010. Ascensor de Polanco. Valparaíso.

Día 4, martes 31 de agosto 2010. II Parte.
Una vez terminada la visita buscamos donde almorzar, ya que son las 14 horas. A pocos metros tenemos un restaurante de comida casera, “Donde Lucas”, nos llamó la atención su pizarra, donde estaba expuesto su menú con colores llamativos. Allí nos atienden de maravilla sus dueñas, Mónica y Eveling. Recomendamos este lugar a todos los viajeros que pasen por Valparaíso, se come muy bien, tienen unos dulces artesanales que son muy buenos. Lo mejor de todo es el trato de sus dueñas, inmejorables, seguir así chicas.




Después de un buen almuerzo bajamos por la calle Ferrari, con una gran pendiente. En el camino podemos observar grandes grafitis que están dibujados en las paredes de varias casas.



Llegamos a la Plaza de Armas, donde cogemos un trolebús, este transporte que se mueve gracias a la electricidad es un símbolo de la ciudad, su precio de 100 pesos chilenos.



Nuestro próximo destino es el ascensor de Polanco, el único ascensor de la ciudad en vertical. Cuando cruzábamos la Avenida Argentina, al trolebús se le desconectó el encache a la electricidad y tuvo que bajarse el conductor para volver a encacharlo. Se quedó cruzado en toda la avenida, una más para contar a nuestros lectores/as. Después de las indicaciones del conductor y de un pasajero nos bajamos en la parada adecuada. 

 Nuestro próximo destino es el ascensor de Polanco, el único ascensor de la ciudad en vertical. Cuando cruzábamos la Avenida Argentina, al trolebús se le desconectó el encache a la electricidad y tuvo que bajarse el conductor para volver a encacharlo. Se quedó cruzado en toda la avenida, una más para contar a nuestros lectores/as. Después de las indicaciones del conductor y de un pasajero nos bajamos en la parada adecuada. Llegamos a la entrada del ascensor, donde pagamos el ticket ($100). En la entrada un señor es el encargado de cobrarnos y pasar por un torno


Llegamos a la entrada del ascensor, donde pagamos el ticket ($100). En la entrada un señor es el encargado de cobrarnos y pasar por un torno. Para llegar al ascensor tenemos que pasar por un túnel, de unos cuantos metros. Luego tenemos que esperar que baje el ascensor o pulsar el timbre si se tarda. Nos abre un señor con una gorra del Barça, por lo tanto comenzamos hablar de fútbol, él es el encargado de parar o iniciar el trayecto. Son dos pisos por lo tanto dos paradas, subimos hasta la última. Dicho lugar es como un mirador, después de sacar unas fotos, cruzamos por una pasarela hasta llegar al cerro. Unas fotos más, y volvimos al ascensor. En la Avenida de Argentina volvimos a tomar el trolebús hacia la Plaza Sotomayor. Nos tomamos unas cervezas en la una terraza de dicha plaza. Volvimos a visitar el puerto. Nos dirigimos hacia la estación del metro para volver hacia Viña del Mar. Vamos al hotel a dejar las mochilas y volvemos a salir para pasear por la calle comercial de Viña del Mar. Pasamos por los puestos artesanales y luego nos fuimos a cenar, al “Rancho Linares”. Nos leemos.


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