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Chile 2010. Desde Viña del Mar hasta Isla de Pascua.

Día 5, miércoles 1 de septiembre 2010.
Hoy partimos hacia Isla de Pascua, nos vienen a buscar a las 11:30 horas, nuestro vuelo es a las 16:20 horas. Así que tenemos la mañana para dar una nueva vuelta por el mercado artesanal y comprar un recuerdo de nuestra visita a Viña del Mar y Valparaíso. Nuestra sorpresa es que la persona que nos viene a buscar, Marcos, ya estuvimos con él en nuestra visita a la bodega. Una vez más tenemos una buena conversación sobre Chile, y nos para en un mirador para poder sacar fotos de la bahía. En el trayecto al aeropuerto nos explica muchas más cosas sobre la agricultura, viñedos y mucho más de la vida en el país.

Llegamos a las 13:15 horas al aeropuerto. Este vuelo se considera internacional, porque sigue hacia Taití. Tuvimos que esperar pero fuimos los primeros en facturar. Una vez pasado los controles pertinentes, nosotros al ir a Isla de Pascua vamos por la zona de vuelos nacionales. Aprovechamos el tiempo, almorzamos y nos conectamos a Internet. Nuestro vuelo sale puntual. El vuelo duro unas tres horas y cuarenta y cinco minutos. Isla de Pascua tiene dos horas menos que el continente, respecto a nuestras Islas Canarias son siete horas menos. El vuelo bien, en el aeropuerto nos recoge Teresa, somos uno de los últimos en salir del aeropuerto, al embargar primero las maletas salieron al final, ley de vida.


Nos llevan al hotel, Manavai, la recepcionista, una norteamericana nos explica en cinco minutos todo lo que tenemos que saber del pueblo. Si señores lectores, todo, todo, bares, iglesia, excursiones, puntos de interés de la isla, normas del hotel, con tanta información y con nuestras neuronas de vacaciones, pues no me acuerdo ni del nombre de la chica. Ahora cada vez que nos veíamos, todo bien, ¿cómo están?, necesitan algo, todo muy rápido, como dicen por acá, al tiro.

 
Dejamos las maletas en la habitación. Salimos a dar una vuelta por la ciudad y a cenar en uno de los restaurantes que nos había comentado la gringa, como la conocen en el hotel. Al final las neuronas no estaban tan dormidas y pudimos captar algo de información, el restaurante es el Ra’a, donde por primera vez tuvimos contacto con la cervezas de la Isla, Mahina, yo probé la negra e Inma la rubia, muy buenas ambas. Luego nos fuimos a dormir. Nos leemos.



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