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Rusia 2019: La Plaza Roja

Llego el día elegido para visitar una nueva Maravilla del Mundo, nos levantamos en Moscú, muy temprano para intentar encontrar muy poca gente en la Plaza Roja. Ayer habíamos llegado en tren desde San Petersburgo a Moscú, y habíamos conocido los primeros monumentos de la ciudad de la mano de Alise.
Aunque en la tarde ayer, ya habíamos estado en la Plaza Roja, había bastante gente, algo normal,  y por ese motivo le preguntamos a Alise, si era aconsejable bajar a primera hora para estar casi solos. Pues un 15 de septiembre, domingo, nos levantamos temprano para estar en la Plaza Roja a las 7:15 horas. 

  Plaza Roja, nuestra décimo quinta Maravilla del Mundo
Durante nuestra visita a Moscú, visitamos la Plaza Roja en varias ocasiones, a primera hora del día, al mediodía, por la tarde, de noche. En está entrada no vamos a visitar cada uno de los edificios que rodea esta plaza, eso lo dejaremos para el día que hemos visitado cada uno de ellos.
Como bien saben los que nos siguen, nuestro objeto es conocer las 21 Maravillas que llegaron a la final de las actuales 7 Maravillas del Mundo. Ya hemos visto: El Coliseo Romano, el Museo de Santa Sofia. Machu Picchu, Petra, Moais Isla de Pascua, Muralla China, Angkor Wat, La Acrópolis, Taj Mahal, Templo de Kiyomizu-dera, La Alhambra, Chichén Itzá, Pirámides de Guiza y la Ópera de Sídney, en ese mismo orden. Nuestra décimo quinta Maravilla del Mundo va hacer la Plaza Roja, todo un lugar con mucha historia y poder.
La Plaza Roja mide 330 metros de largo y 70 metros de ancho, con 23.100 metros cuadrados. En ella podemos encontrar maravillosos edificios arquitectónicos y con mucha historia, como la Catedral de San Basilio, los almacenes GUM, Mausoleo de Lenin, Museo Estatal de Historia, Catedral de Kazán de Moscú y el Kremlin. En la imagen inferior primero tenemos la Catedral de Kazán, y más abajo el Mausoleo de Lenin, y la última es el Mausoleo, pero desde la escalera de los almacenes GUM.
📝 Muchos pensábamos que el nombre de la plaza hace referencia al color rojo del comunismo o al color de los ladrillos que la rodean, pues no, deriva de la palabra rusa Krásnaya (Красная), que significa «roja», pero en ruso antiguo significaba «bonita», es decir, Plaza Bonita.
La siguiente imagen es el Museo Estatal de Historia,  como no vamos a realizar su visita de este edificio podemos decir que su colección actual ocupa 39 salas,  con una gran cantidad objetos sobre la historia del país. Este edificio fue construido en la época de Pedro I el Grande. Nosotros nos conformamos con ver el exterior del museo, de gran belleza y dejamos la visita de sus salas para una próxima visita a Moscú.
Sobre el Kremlin que podemos decir que no hayamos visto en documentales o leído en artículos, pero la visita de su interior lo dejamos para una próxima entrada, ahora vamos a disfrutar de la parte amurallada que da hacia la Plaza Roja.  Podemos disfrutar de sus almenas y torres, así como de la puerta que permite acceder al recinto.  En la imagen inferior podemos ver la Torre Spasskaya (Salvador), antiguamente era la entrada principal del Kremlin, en la época de los zares, aquí también encontramos el Reloj del Kremlin
Otro edificio emblemático de la Plaza Roja es donde se encuentra los Almacenes GUM, de este edificio hablaremos en otra entrada donde visitaremos su interior. Edificio con una fachada de 242 metros, donde se encuentra el centro comercial más caro y elegante de Rusia.
El icono principal de la Plaza Roja, el edificio más fotografiado de la plaza es la Catedral de San Basilio, sin duda alguna el edificio por excelencia de la Plaza Roja junto al Kremlin. También  es conocida como la catedral de la Intercesión de la Virgen junto al foso,  iglesia ortodoxa. Fue declarada en 1990 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, junto con el conjunto del Kremlin. Frente a la iglesia, se levanta una estatua de bronce en honor a Dmitri Pozharski y Kuzmá Minin, los cuales reunieron voluntarios para el ejército que luchó contra los invasores polacos durante la Época de las Revueltas. 
La Catedral de San Basilio fue mandada construir por Iván el Terrible obedeciendo a una promesa, "levantaría un templo en el centro de Moscú si conseguía conquistar el Kanato de Kazan". Según la leyenda, Iván el Terrible quedó tan maravillado con el resultado final, que ordenó cegar a su arquitecto jefe, Póstnik Yákovlev, para que jamás pudiese reproducir nada semejante. La veracidad de esta afirmación parece bastante improbable, ya que Yákovlev aparece en las crónicas como constructor de otras iglesias, así como del Kremlin de Kazán.
La Plaza Roja tiene la iglesia más famosa del país, en la plaza se encuentra el Mausoleo de Lenin, donde se conserva el cuerpo embalsamado del fundador de la Unión Soviética, también tiene una necrópolis donde descansan otras autoridades soviéticas, es el kilómetro cero de Rusia, la catedral de Nuestra Señora de Kazán tiene una de las imágenes más veneradas de Rusia, y la plaza ha sido y será el escenario de desfiles militares.
Como pueden comprobar hemos visitado la Plaza Roja en varias ocasiones en nuestra estancia en la ciudad de Moscú, tanto de día como de noche, con poca gente a primera hora y con mucha gente durante la mañana o la tarde, pero en todo momento siempre nos muestra su belleza,  volveremos ver más fotos en las próximas entradas. 
Un detalle más, uno de los videojuegos más famosos de la historia comienza en la Plaza Roja. Se trata del Tetris, cuya pantalla inicial eran las cúpulas de San Basilio.
Antes de terminar la entrada y dejaros con el vídeo de nuestra visita, recuerdan la anécdota de la avioneta que aterrizo en la Plaza Roja en 1987. ¿En serio? Pues sí, un día de primavera, con la Guerra Fría a punto de terminar, Mathias Rust, un muchacho alemán de 19 años, decidió que era momento para aterrizar en el centro de la plaza para mandar un “mensaje de paz” para ponerle fin a esta guerra. La avioneta despego de Helsinki y burló todos los sistemas de seguridad rusa hasta llegar a la plaza.  ¿Nadie lo detecto? Aprovechó para cruzar la frontera volando un día festivo para el ejército ruso y voló bajo siguiendo las vías del tren para evitar ser rastreado por las baterías antiaéreas. Su aventura le costó casi año y medio de cárcel, cosa que no debe haber pasado por su mente a la hora de emprender su viaje. Quien sabe, a lo mejor esta maniobra acelero el proceso de paz, 🤷‍♀️. Nos leemos.

 domingo, 15 de septiembre de 2019

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