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China 2011: La Gran Muralla. Sector Mutianyu.

Viernes, 2 de septiembre de 2011. Después del almuerzo y una horita de carretera llegamos a nuestro segundo destino Mutianyu.




Este sector es menos turísticos que el anterior, aunque nada más llegar encontramos muchos puestos de vendedores. Subimos una pequeña pendiente en busca de la taquilla del teleférico que nos va a permitir llegar a la muralla de forma rápida. Nos subimos en el primer teleférico sino en el segundo, desde la telesilla podemos comprobar la altitud.

Este lugar es famoso por sus torres de vigilancia, atalayas, de la dinastía Ming y por sus espectaculares vistas. En el sector de Mutianyu de la Gran Muralla se disponen 22 torres de vigilancia, no sólo en la muralla principal, sino en ramificaciones que se extienden con el objetivo de fortalecer la protección. La muralla en Mutianyu tiene entre seis y siete metros de alto, y entre cuatro y cinco de ancho.





La Gran Muralla tiene mayores desniveles en Mutianyu que en Badaling, lo que hace la visita más exigente desde el punto de vista físico, lo cual lo hemos notado en nuestros pies. Lo primero que podemos comprobar es que este sector hay mucha menos gente y podemos sacar fotos sin problemas, y sobre todo experimentar la sensación de paz y soledad que se puede sentir en este lugar. Encontramos un grupo de españoles que también estaban recorriendo dicha zona, pero que no habían ido al sector de Badaling.Una vez terminada la visita partimos hacia Beijing.









Llegamos sobre las 19 horas de la tarde y vamos directamente al restaurante Quanjude, calle Qianmen, donde vamos a probar el famoso pato laqueado de Beijing. Uno de los platos más deliciosos de la ciudad. Sara nos explica el procedimiento como debemos comerlo. El cocinero prepara los cortes delante de nosotros, ya que siempre se sirve en piezas bien cortadas. El pato entero debe dividirse en 120 piezas y cada pieza tiene que ser perfecta con carne completa. Normalmente hay muchos platos servidos con el pato, incluido uno de puerro finamente cortado, uno de pepino y finalmente uno de tortillas de harina de trigo fermentada, donde se debe enrollar todo como si fuese un rollito o burrito y luego mojarlo en las salsas correspondientes, es decir delicioso. Me he comido el pico o algo parecido del pato, jejeje.

Nos retiramos al hotel, aunque antes nos vamos al supermercado a comprar, cuando estábamos en la cola de la caja, un chico no paraba de mirar las chocolatinas que teníamos en la cesta de la compra. Así que al final decidimos darle una, lo cual lo agradeció con una gran sonrisa. Pero cuando estábamos a punto de pagar un compañero que le esperaba en la puerta se quedo boquiabierto y preguntándole, así que lo llamamos y también le regalamos una. 

Antes de subir a la habitación, nos quedamos en la recepción para conectarnos a internet y saludar a la familia. En ese momento se nos acerca un señor y se pone hablar con nosotros, era una persona que estaba en la cola del supermercado cuando fuimos a comprar. Nos dice en español que tuvimos un buen gesto con los chicos, este amigo nuevo es de Texas, y estuvimos hablando con él y su mujer un rato. Se acaba este cuarto día lleno de emociones donde hemos conocido una gran maravilla de este mundo, La Gran Muralla. Nos leemos


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