Siria 2009: Crac de los Caballeros.

Nos levantamos un dĆa mĆ”s, bueno el quinto y salimos hacia Alepo a las 9:00 horas. DespuĆ©s de una hora y media llegamos a Homs. Esta ciudad estĆ” ubicada entre la capital, Damasco, y una de las ciudades mĆ”s importante del paĆs, Alepo. Homs es la tercera ciudad de Siria por su tamaƱo y nĆŗmero de habitantes. El guĆa nos comenta que nosotros los espaƱoles empleamos a los lĆ©peros para los chistes, pues en Siria se usa a los ciudadanos de Homs. Hacemos una parada tĆ©cnica en esta ciudad, poco tiempo, lo necesario para estirar los pies e ir al servicio. Creo que esta ciudad merece una visita de unas horas mĆ”s o quedarse un dĆa. Seguimos hacia el Crac de los Caballeros, en unos treinta minutos llegamos a dicho castillo. El castillo fue construido por los cruzados en el siglo XII sobre una colina desde la que domina el triĆ”ngulo que forma Tartus, TrĆpoli y Homs. Una vez que estamos en la puerta principal podemos contemplar la inmensidad de este castillo. Una vez dentro, visitamos sus establos o cuadras. Salimos al exterior nos encontramos entre la primera muralla y la segunda muralla, donde podemos contemplar en una parte un foso con agua; seguimos camino hacia el almacĆ©n. Una vez visitada el almacĆ©n seguimos camino hacia la segunda fortaleza, rodeando el foso que separa dicha muralla de la primera. Este castillo aĆŗn posee sus dos recintos de defensa, es decir las dos murallas. Una vez que entramos en el segundo recinto nos dirigimos hacia las enormes cisternas donde se guardaba aceite y vino. Luego visitamos la logia gótica, la capilla, la cocina y el comedor. Una vez terminada la visita guiada tenemos tiempo para subir a las torres y sacar fotos de los paisajes que rodean el crac y de su interior. En uno de los lados podemos contemplar un acueducto. La visita ha durado una hora y cuarto. Este castillo merece este tiempo y a lo mejor algo mĆ”s pero la verdad que nos hemos llevado una buena imagen del castillo y de lo impugnable que tendrĆa que ser para sus enemigos. Como he leĆdo en algĆŗn sitio, Lawrence de Arabia lo definió como “El castillo mĆ”s bello del mundo”, no sĆ© yo si llegarĆ” ser el mĆ”s bello pero lo que si podemos decir es que merece una visita.

Una vez terminada la visita, el guĆa nos dice que nos vamos a almorzar, son las 12:30 horas. El restaurante estĆ” muy cerca a unos pocos metros, al estar unos metros mĆ”s alto que el crac podemos obtener unas buenas fotos del castillo. Una vez mĆ”s es el Ćŗnico restaurante en la zona, asĆ que tenemos que comer aquĆ o no comer, el guĆa nos comenta que hay un espectĆ”culo, bueno ya veremos. Al llegar al restaurante lo primero que hacemos es sacar fotos del crac desde este lugar, la verdad es que obtenemos una panorĆ”mica muy buena de la fortaleza. Una vez que entramos al restaurante comprobamos, que es el tĆpico restaurante para excursiones, nada de decoración interior. Pero nuestra sorpresa cuando nos acercamos a las mesas es la presentación de los platos, la verdad que muy bien, a continuación se nos acerca un camarero para coger la comanda, se llama JoaquĆn, ese es el nombre en espaƱol. En todos los restaurantes siempre hay muchos camareros, pero en este sólo esta Ć©l y se basta, el espectĆ”culo que nos comentaba el guĆa es el salero, la gracia de JoaquĆn, domina bien el espaƱol y no para. Ćl es gay, salta a la vista y choca encontrarlo en un paĆs Ć”rabe, pero tambiĆ©n es un paso hacia una sociedad mĆ”s tolerante, es una persona con carĆ”cter y al mismo tiempo amable, con todos tiene que ver, enseguida hace buenas migas con nosotr@s, y cada vez que nos sirve la comida nos dice algo, a David, el guapito de rojo quiere mĆ”s pollo, a Felipe, el kiwi, ese es el apodo que le pone por la camisa, le pregunta si solo hay pollo, y JoaquĆn, le dice que sĆ y le seƱala y les nombra varias zonas del cuerpo, mĆ”s carcajadas en la mesa, asĆ nos pasamos el almuerzo entre comentarios picarones y risas. Cuando pasa de nuevo, para los que querĆan repetir, a Antonio le pone mĆ”s pollo y le pasa la mano por el hombro e igual que a mĆ, si querĆ©is mĆ”s pedirlo, mĆ”s risas, todo dentro de un buen ambiente y respeto. La comida muy buena, y el pollo preparado con una salsa tĆpica de la zona, muy rica. Al final, de postre unos plĆ”tanos de Venezuela, le comento que los de Canarias son mĆ”s buenos, y me mira con una sonrisa picara, no seguĆ insistiendo. Al final hablando con Ć©l nos comenta o nos enteramos por el guĆa, no lo recuerdo bien, que es el dueƱo del restaurante, y que le habĆan ofrecido ir a trabajar a EspaƱa varias veces como encargado de un restaurante, pero nos comenta que no quiere dejar su paĆs. Nos despedimos y seguimos nuestro camino ahora hacia Hama. ¡ Que buena estaba la comida !


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