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Siria 2009: Crac de los Caballeros.

MiƩrcoles, 2 de septiembre de 2009.
Nos levantamos un dĆ­a mĆ”s, bueno el quinto y salimos hacia Alepo a las 9:00 horas. DespuĆ©s de una hora y media llegamos a Homs. Esta ciudad estĆ” ubicada entre la capital, Damasco, y una de las ciudades mĆ”s importante del paĆ­s, Alepo. Homs es la tercera ciudad de Siria por su tamaƱo y nĆŗmero de habitantes. El guĆ­a nos comenta que nosotros los espaƱoles empleamos a los lĆ©peros para los chistes, pues en Siria se usa a los ciudadanos de Homs. Hacemos una parada tĆ©cnica en esta ciudad, poco tiempo, lo necesario para estirar los pies e ir al servicio. Creo que esta ciudad merece una visita de unas horas mĆ”s o quedarse un dĆ­a. Seguimos hacia el Crac de los Caballeros, en unos treinta minutos llegamos a dicho castillo. El castillo fue construido por los cruzados en el siglo XII sobre una colina desde la que domina el triĆ”ngulo que forma Tartus, TrĆ­poli y Homs. Una vez que estamos en la puerta principal podemos contemplar la inmensidad de este castillo. Una vez dentro, visitamos sus establos o cuadras. Salimos al exterior nos encontramos entre la primera muralla y la segunda muralla, donde podemos contemplar en una parte un foso con agua; seguimos camino hacia el almacĆ©n. Una vez visitada el almacĆ©n seguimos camino hacia la segunda fortaleza, rodeando el foso que separa dicha muralla de la primera. Este castillo aĆŗn posee sus dos recintos de defensa, es decir las dos murallas. Una vez que entramos en el segundo recinto nos dirigimos hacia las enormes cisternas donde se guardaba aceite y vino. Luego visitamos la logia gĆ³tica, la capilla, la cocina y el comedor. Una vez terminada la visita guiada tenemos tiempo para subir a las torres y sacar fotos de los paisajes que rodean el crac y de su interior. En uno de los lados podemos contemplar un acueducto. La visita ha durado una hora y cuarto. Este castillo merece este tiempo y a lo mejor algo mĆ”s pero la verdad que nos hemos llevado una buena imagen del castillo y de lo impugnable que tendrĆ­a que ser para sus enemigos. Como he leĆ­do en algĆŗn sitio, Lawrence de Arabia lo definiĆ³ como “El castillo mĆ”s bello del mundo”, no sĆ© yo si llegarĆ” ser el mĆ”s bello pero lo que si podemos decir es que merece una visita.




Una vez terminada la visita, el guĆ­a nos dice que nos vamos a almorzar, son las 12:30 horas. El restaurante estĆ” muy cerca a unos pocos metros, al estar unos metros mĆ”s alto que el crac podemos obtener unas buenas fotos del castillo. Una vez mĆ”s es el Ćŗnico restaurante en la zona, asĆ­ que tenemos que comer aquĆ­ o no comer, el guĆ­a nos comenta que hay un espectĆ”culo, bueno ya veremos. Al llegar al restaurante lo primero que hacemos es sacar fotos del crac desde este lugar, la verdad es que obtenemos una panorĆ”mica muy buena de la fortaleza. Una vez que entramos al restaurante comprobamos, que es el tĆ­pico restaurante para excursiones, nada de decoraciĆ³n interior. Pero nuestra sorpresa cuando nos acercamos a las mesas es la presentaciĆ³n de los platos, la verdad que muy bien, a continuaciĆ³n se nos acerca un camarero para coger la comanda, se llama JoaquĆ­n, ese es el nombre en espaƱol. En todos los restaurantes siempre hay muchos camareros, pero en este sĆ³lo esta Ć©l y se basta, el espectĆ”culo que nos comentaba el guĆ­a es el salero, la gracia de JoaquĆ­n, domina bien el espaƱol y no para. Ɖl es gay, salta a la vista y choca encontrarlo en un paĆ­s Ć”rabe, pero tambiĆ©n es un paso hacia una sociedad mĆ”s tolerante, es una persona con carĆ”cter y al mismo tiempo amable, con todos tiene que ver, enseguida hace buenas migas con nosotr@s, y cada vez que nos sirve la comida nos dice algo, a David, el guapito de rojo quiere mĆ”s pollo, a Felipe, el kiwi, ese es el apodo que le pone por la camisa, le pregunta si solo hay pollo, y JoaquĆ­n, le dice que sĆ­ y le seƱala y les nombra varias zonas del cuerpo, mĆ”s carcajadas en la mesa, asĆ­ nos pasamos el almuerzo entre comentarios picarones y risas. Cuando pasa de nuevo, para los que querĆ­an repetir, a Antonio le pone mĆ”s pollo y le pasa la mano por el hombro e igual que a mĆ­, si querĆ©is mĆ”s pedirlo, mĆ”s risas, todo dentro de un buen ambiente y respeto. La comida muy buena, y el pollo preparado con una salsa tĆ­pica de la zona, muy rica. Al final, de postre unos plĆ”tanos de Venezuela, le comento que los de Canarias son mĆ”s buenos, y me mira con una sonrisa picara, no seguĆ­ insistiendo. Al final hablando con Ć©l nos comenta o nos enteramos por el guĆ­a, no lo recuerdo bien, que es el dueƱo del restaurante, y que le habĆ­an ofrecido ir a trabajar a EspaƱa varias veces como encargado de un restaurante, pero nos comenta que no quiere dejar su paĆ­s. Nos despedimos y seguimos nuestro camino ahora hacia Hama. ¡ Que buena estaba la comida !




De izquierda a derecha: Antonio, Felipe, Joaquƭn, David, Francis y JosƩ.

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