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Gran Canaria: Risco Caído.

Este año hemos tenido la suerte de visitar uno de los yacimientos arqueológicos más espectaculares y enigmático de nuestras islas, y uno de los más interesantes de este planeta llamado Tierra. A veces no es necesario ir tan lejos para disfrutar de un espectáculo tan hermoso con el vivido en una de las cuevas de Risco Caído.

Risco Caído se encuentra ubicado en el municipio de Artenara, en el límite con el municipio de Gáldar. Desde la oficina de Turismo de Artenara se hacen visitas guiadas y limitadas los sábados a este yacimiento.  http://www.riscocaido.com/




Un día de este verano pasado nos levantamos temprano y salimos hacia la zona donde se encuentran estas cuevas. Tenemos que madrugar por que el fenómeno que vamos a ver se lleva a cabo al alba.


Una vez recorrido el camino que llega a las cuevas principales, nos encontramos con dos cuevas que están cerradas por puertas de hierro, son las cuevas principales del conjunto.

En la siguiente foto podemos ver la fachada de las cuevas, a la derecha parte superior podemos ver un orificio excavado en la roca que va permitir que luz entre en la cueva, los primeros rayos de luz se proyecta en la bóveda, solo podemos ver este fenómeno entre los meses de marzo y septiembre.


Una vez en el interior, uno se queda boquiabierto con la hermosa bóveda que esta sobre nuestras cabezas y de los grabados que se encuentra tallados en la pared. El guía nos va explicando el fenómeno que vamos a ver dentro de pocos minutos. La luz que va entrar por el orificio mencionado anteriormente se va a proyectar sobre la pared,  donde podemos ver como se encuentran unos agujeros y unos triángulos púbicos grabados en bajo relieve.






El fenómeno dura unas dos horas, siempre y cuando no aparezca una nube, gracias a la abertura podemos ver que la luz forma un falo que va bajando por la pared de la bóveda introduciéndose en los diferentes grabados púbicos hasta llegar a uno de los huecos de la pared. Hoy hemos visto uno de los fenómenos más impresionante que hemos visto hasta hora en nuestra vida. 


Algunos arqueólogos apuntan que este artilugio creado por nuestros antepasados era y es un preciso marcador astronómico, que marca los equinoccios y el solsticio de verano. Este fenómeno también se produce con la entrada de la luz de la luna llena que marca el equinoccio de otoño.

También visitamos una cueva contigua de mayores dimensiones donde podemos ver los mismos grabados púbicos que hemos visto anteriormente y unos hoyos en el suelo.



Después de la visita, una vez sentados en el exterior de las cuevas, comentamos que ha sido todo un descubrimiento y una suerte, que estas cuevas hayan permanecido inalterable durante todos estos años, y así como su entorno, pues imaginen que se hubiese construido una casa o un torreón de la luz en la zona por donde sale el sol, ya esos rayos de sol no podrían entrar por el orificio e incidir en la pared. Familias han vivido en la zona, dichas cuevas fueron habitadas hasta el derrumbe de parte del risco. Suerte, casualidad o algo más ha permitido que podamos disfrutar en la actualidad de este maravillo artilugio creado por nuestros antepasados.

De regreso paramos en otras cuevas donde podemos ver unos trozos de madera fosilizada en la lava. Nos leemos.




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