Grecia 2013: Acrópolis de Atenas.
Llegamos a la entrada de la
Acrópolis, cuántas veces hemos oído hablar de este lugar y ahora mismo estamos a
punto de visitarlo. Situada en la parte más alta de la ciudad, en una meseta
caliza (por este motivo es bueno llevar buen calzado, hemos visto varios resbalones
y caídas) de 270 metros de longitud y 85 de metros de ancho, que servía como
lugar de defensa ante eventuales ataques y santuario para los dioses locales.
Entramos al recinto por los
Propileos, una puerta monumental, quedando a nuestra derecha el Templo de
Atenea Niké, y a la izquierda el
monumento de Agripa, entramos por la puerta de Beulé. La puerta de Beulé es
llamada así en honor al arqueológico francés Ernest Beulé que fue su descubridor.
A la izquierda queda el pedestal
donde estuvo la estatua de bronce del general romano Agripa sobre un carro para
conmemorar su victoria en los Juegos Panateneos.
A la derecha el Templo de
Atenea Niké, el pequeño templo jónico fue construido sobre un torreón de los
Propileos conmemora la victoria sobre los persas en la batalla de Salamina (448
a.C.), aunque las obras comenzaron en el 420 a.C. El templo albergaba una
imagen de Atenea Niké, símbolo de la victoria a la que se cortaron las alas
(Niké áptera o sin alas) para que nunca pudiese abandonar Atenas. Ahora mismo está
cerrado al público, por restauración.
Pasamos por la maravillosa puerta,
llamada los Propileos. Los Propileos constituyen las puertas monumentales de
entrada a la Acrópolis. Construidos por Mnesicles se situaban en el borde de la
explanada superior de la Acrópolis, una sala central con dos alas a cada lado. El cuerpo central tenía
una fachada exterior y otra interior formadas ambas por seis columnas dóricas
que delimitaban cinco puertas de acceso a la Acrópolis, siendo la más ancha la
situada en el centro que era por donde discurría la vía sagrada que recorrían
las procesiones de las Panateneas. El color blanco del mármol, su altura y las
grandes columnas impresionan y dan una sensación de estar entrando en un lugar
mágico.
Imagen de arriba, los Propileos
visto desde dentro de la Acrópolis, es decir parte trasera. A la izquierda encontramos
los restos, o mejor dicho el pedestal original donde estaba ubicada la estatua
de Atenea Prómacos. Construida por Fidias entre el 450 y 448 a.C. para
conmemorar la victoria de los atenienses sobre los persas en la batalla de
Maratón. La estatua representaba a Atenea armada con una lanza en la mano
derecha y un gran escudo, en el lado izquierdo, decorado con imágenes de la
lucha entre Centauros y Lapitas. Esta información en un panel con la
ilustración de una imagen.
Seguimos camino hacia el Partenón,
el principal y el más representativo de toda la acrópolis. Su nombre significa “apartamento
de la virgen” y está dedicado a Atenea Partenos, la diosa que representa el
poder y el prestigio de la ciudad. Es el mayor templo dórico de Grecia y alojaba
una gran estatua de Atenea. Es una impresionante construcción, sacamos fotos de
las columnas y del frontón. No para de entrar gente intentamos buscar un lugar
para obtener buenas panorámicas de este gran monumento. Rodeamos todo el
Partenón observando con detalles toda la construcción, aún hay grúas que siguen ayudando a su restauración y mantenimiento.
Delante del Partenón hay un pequeño mirador con la bandera griega que nos permite obtener buenas panorámicas de la ciudad, sobre todo del barrio de Plaka.
Finalizando nuestra visita en el Erecteión, su nombre significa “el que sacude la tierra”, con su célebre estoa o tribuna sostenida por seis Cariátides. Es un templo jónico, construido en el lugar más sagrado de la Acrópolis, donde Poseidón golpeó la tierra con su tridente y la diosa Atenea, hizo que floreciera el olivo (lo podemos ver en la imagen donde estaba la estatua de Atenea, más arriba) que regaló a Atenas.
El tempo se considera la unión de varios templos, el primero está dedicado a Atenea Polías. De forma rectangular en esta nave guardaban también los trofeos y tesoros de las Guerras Médicas.
Bajamos unas escaleras y llegamos a un gran pórtico con cuatro columnas jónicas en la fachada y dos en los laterales, dedicado al dios Poseidón.
Desde el pórtico se accedía a la nave más grande dedicada a Poseidón y al legendario rey Erecteo, donde se encontraba la tumba de Erecteo y el «mar de sal» de Poseidon, en la parte alta (en la primera imagen del templo lo podemos observar), detrás del primer templo. Por último desde esta nave se accedía a otras dos naves interiores que estaban dedicadas una al héroe ateniense Butes y otros ancestros míticos y otra al dios Hefesto.
Luego la tribuna de las
Cariátides, en esta tribuna, se encuentra la escalera que conduce a la tumba
del rey Cécrope, el mítico dios-serpiente fundador de Atenas. El pórtico consta
de seis columnas policromadas con figura de mujer (cariátides) de 2,3 metros de
altura. Todas son copias, cinco de las originales están en el Museo de la
Acrópolis y la sexta en el Museo Británico (Londres).
Terminamos la visita, volviendo a salir por la puerta monumental, los Propileos. Como era de esperar ha llegado más gente, no es casi imposible caminar por los Propileos. Son las once de la mañana y algún crucero ha llegado y eso se nota. Un gran consejo la visita a la Acrópolis se debe hacer a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde. Nosotros hemos decidido volver mañana a primera hora, para intentar sacarnos una foto con el Partenón sin mucha gente. ¿Será posible?, lo veremos.
A continuación fotos celebrando nuestra Octava Maravilla del Mundo. Nos leemos. Día 2 – Miércoles, 4 de septiembre de 2013.
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