Vietnam 2012: Sapa.
Llegamos al centro de esta ciudad cerca de la plaza y nos
dirigimos hacia el mercado. Nada más bajar la escalera encontramos puestos de
comidas, luego más puestos donde se vende muchos productos como: setas, bambú, frutas
como el rambután (la hemos probado en América Central) de la cuál compramos una
bolsa, y luego la fruta del Dragón (procede de América Central), conocida en Vietnam
por Thang Long. Luego pasamos a la zona de ropa, de bolsos, manteles, todo esto
en un recinto cerrado de dos plantas (cierra a las 18 horas).
También encontramos puestos en la calle Cau May y una calle que
está entre la iglesia y la plaza. Estos puestos
si permanecen abierto hasta más tarde.
Llegamos a la iglesia, un edificio de piedra construida en
1930. Enfrente mismo tenemos la plaza donde se celebra un mercado todos los
sábados muy interesante que mañana veremos y comentaremos.
Nos dirigimos hacia el hotel para almorzar, Hotel Muong Thanh,
muy cerca del lago. Vamos caminando y se encuentra a unos 15 minutos. Podemos
observar los diferentes edificios de la zona.
El hotel es normalito, las habitaciones están muy bien, pero
no nos ha gustado el restaurante, la comida normalita, pero lo peor, los manteles,
muy manchados que da una mala imagen. El guía, Chi, come con nosotros y luego
se despide de nosotros, regresamos a la habitación a descansar un poco. En la imagen inferior vista del lago.
Sobre las 17 horas salimos hacia el centro de la ciudad. Visitamos
los diferentes puestos de ventas, y donde ya las mujeres de las diferentes
etnias ocupan las aceras con sus productos. Como se nota que es viernes, se ve
mucha gente.
Como ya hemos comentado aquí se cena pronto así que sobre
las 19:30 horas buscamos un restaurante que habíamos leído en la guía. Nos vamos
al restaurante Red Dao House (c/ Thac Bac), este lugar emita a una casa
montañesa y el personal viste el traje típico de los dzaos. Comemos muy bien, hemos pedido postre un mousse
de chocolate, todo acompañado por la cerveza local, Lào Cai, algo flojita para
mi gusto. No es un local muy barato si lo comparamos con los otros de la zona,
pero hemos comido muy bien y el servicio perfecto.
Después de la cena, caminamos y cotilleamos por los puestos
de ropa y artesanía. Volvemos caminando al hotel, sin problemas, todo muy
tranquilo. Se acaba este viernes y quinto día de viaje. Nos leemos.
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