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China 2011: Xi'an: Guerreros de Terracota.

Sábado, 10 de septiembre de 2011. 
Después de un desayuno algo ajetreado, ya que el hotel no ha contemplado la cantidad de gente que tiene alojada, y las mesas estaban a tope, tuvimos que compartir con una pareja de hindú. Partimos hacia la visita estrella de esta ciudad, los Guerreros de Terracota. A mitad de camino hacemos una de esas paradas que los guías tienen siempre en su agenda, para visitar una fábrica de terracotas. Pudimos comprobar su fabricación y luego nos pasaron a las tiendas para realizar las compras. Toda la tierra que se saca para hacer estas figuras son obtenidas de una montaña que está muy cerca a este lugar y a las tumbas que vamos a visitar ahora.




Bueno al final llegamos a las tumbas, una vez que Yadira recoge las entradas, comenzamos a caminar hacia la entrada principal de las tumbas. Muchos guías se ofrecen por el camino para realizar la visita de las tumbas, también encontramos muchos vendedores y puestos de todo tipo; unos baños que parecen en un principio que son los únicos, ya que la gente se amontonan para entrar, es pagando, pero la guía nos comenta que dentro hay más.


Gracias a unos campesinos, que en 1974 trabajaban en obras de regadío cerca de la ciudad de Xi’an, descubrieron por casualidad un foso con cerca de 8.000 figuras de terracota que representaban a un gran ejército del imperio chino, podemos hoy disfrutar estas maravillosa figuras que tenemos ahora delante. Estas estatuas a tamaño real, todos con rostros diferentes, protegen la tumba del primer emperador chino Qin Shihuang. Buscamos un hueco entre la multitud para colocarnos en primera fila y sacar la foto de este ejército, podemos observar que también existen caballos. Estamos delante de la primera fosa, donde caminamos por los pasillos laterales para llegar hasta la parte trasera y luego volver al principio. Nada tengo que decir sobre las fotos, sacamos todas las que podemos.






Nos dirigimos hacia la segunda fosa, en esta fosa los guerreros se encuentran aún tapados, o mejor dicho los han vuelta a tapar, aunque vemos algunos que aún no están enterrados. El motivo es el siguiente: cada vez que los arqueólogos desenterraban un soldado lo encontraban ricamente pintado, pero a los 5 minutos de exposición al oxigeno los colores se desvanecen, este es uno de los motivos por los que han parado las excavaciones, aunque aún quedan muchísimas figuras bajo tierra.

En un costado de esta tumba podemos ver algunas figuras expuesta dentro de una vitrina de cristal, donde podemos ver con más detalles todos los rasgos de estos guerreros. Podemos ver el general, el arquero y el soldado, los oficiales. El detalle del moño depende de los siguiente, un arquero lo tiene situado hacia la izquierda y el de un soldado hacia la derecha, para no molestar a la hora de sacar las armas, siempre está en el lado opuesto. Al final del pasillo encontramos un lugar donde nos podemos subir a uno de los carros y sacarnos una foto, todo bajo el pago de ¥20, dos personas y si usas tu cámara.



El carro de bronce lo podemos ver en otra dependencia, un museo donde se muestran los dos carros así como muchas piezas más. En 1980 se descubrieron dos carros de bronce pintados. Cada uno de estos carros está formado por más de 3.000 piezas. Los cuatro caballos de cada carro están guiados por un conductor imperial. Según algunos estudios, el primero de estos carros serviría para allanar el camino del séquito del emperador mientras que el segundo sería el carro en el que el monarca dormiría. Los carros, a la mitad aproximada del tamaño real, tenían incrustaciones de plata y oro.



Terminamos la visita a las 13 horas y nos vamos almorzar cerca del recinto, al restaurante “La Vieja Shanxi”, la verdad que la comida está bien. Nos leemos.


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