China 2011: Shanghai, antiguo y moderno.

Viernes, 16 de septiembre de 2011. Hoy tenemos un día completamente a nuestro aire, sin guía, sólo con Lonely Planet, que ya es bastante. Primero nos dirigimos hacia el metro que está a unos 200 metros de nuestro hotel, muy cerca. En una de las máquinas expendedoras sacamos los billetes (una tarjeta), ¥3 cada una. Cogemos la línea 10 y nos dirigimos hacia la calle Nanjing Este. El metro está muy bien, no es hora punta así que nos podemos mover muy bien, y sobre todo está bien señalizado. Al salir el torno se queda con la tarjeta.

Desde la calle Nanjing, en la cual estuvimos ayer vamos del Este al Oeste, en busca del Bus Turístico que nos permita ver la ciudad. La tarjeta del bus nos cuesta ¥30 por persona y nos permite bajar y subir en todas las paradas durante todo el día, son dos líneas la que recorre toda la parte de Shanghai centro y  la línea dos que recorre la zona de Pudong.

Nuestras primeras visitas es la zona antigua de la ciudad, comenzamos con los Jardines de Yuyuan. Ubicado en la zona antigua de la ciudad, estos jardines tienen más de 400 años y es una exquisita muestra del jardín tradicional chino, con los cuatros elementos básicos: las rocas, el agua, las plantas y sus pabellones con la arquitectura China.  Antes de llegar a los jardines pasamos por los bazares de Yuyuan, mercados donde podemos encontrar  muchos productos.  La entrada cuesta unos ¥40 por persona, y estamos una hora recorriendo estos jardines, sacando fotos y descubriendo esquinas con encanto. Son las 11:30 horas y volvemos hacia la parada del bus.

En la zona de los bazares podemos encontrar este señor con una máquina algo extraña para nosotros, pero tiene pinta que funciona de la siguiente forma, el va narrando un cuento y mientras los clientes miran por unos anteojos o algo parecido imágenes sobre el relato, la verdad que es algo curioso.

Ahora nos bajamos en la parada que indica Ciudad Antigua. Aquí durante 40 minutos recorremos toda la zona, pasando por calles estrechas, donde los ciudadanos viven, comen y tienen sus comercios todo a pie de calle. Es decir nos hemos metido en la vida cotidiana de los shanghaianos-as. 

Los chinos son muy aficionados a los pájaros, los suelen sacar por la mañana en su jaula al parque, aquí podemos observar varias jaulas.

 Puesto de comidas, que a partir de las 11 horas hasta las 12:30 horas suelen estar llenos de gente.

Volvemos a coger el bus hasta la calle Nanjing Este, donde pretendemos almorzar. Después de unos minutos buscando, encontramos un cartel con el nombre del restaurante de ayer por la noche, Saizeriya. Bueno el cartel dice en el piso octavo y está en la misma calle Nanjing. Entramos en la tienda o centro comercial, buscamos el ascensor (en la misma entrada), y la sorpresa está que la botonera sólo llega hasta el 7.  Nada subimos hasta el séptimo piso y pensando que luego debemos subir una escalera, pues nada de nada, sólo dos restaurantes y no es el que buscamos. Volvemos a bajar, salgo a la calle saco una foto al letrero y vuelvo a entrar en busca del segurita. Le enseño la foto y nos comenta que debemos ir al ascensor que esta al fondo de la tienda, en esté la botonera llega hasta 10. De esta forma encontramos donde comer hoy, una vez más la comida y el servicio perfecto, ¥93 dos personas.

Volvemos hacia la parada del bus y ahora nuestro destino es la parada donde debemos coger la segunda línea que nos permite llegar a Pudong, a la parte moderna de la ciudad. Mucha gente quiere coger este bus, la cola, como todas en China no existe, así que cuando llega el bus, tenemos que usar los codos y las piernas para poder entrar, así como suena, aunque parezca fuerte, pero al final estamos sentados.

Pasamos por debajo del río Huangpu mediante un túnel por supuesto y nos dirigimos hacia la Torre Perla de Oriente, donde está ubicada la Televisión y un Centro de Exposiciones, pero nuestro destino son las torres de Jinmao y la de Shanghai Worlde Financial Center. Cuando bajamos nos paramos de mirar hacia arriba, impresiona la altura de estas dos torres. Nos leemos.