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Siria y Jordania 2009. Primeras horas en Damasco.

Domingo, 30 de agosto de 2009.
Acabamos de llegar a Amman, capital de Jordania, son las 2 de la madrugada. Una vez que bajamos del avión conocemos al chico de Politour encargado de hacer de enlace, es la persona responsable de llevarnos al hotel, nos da los 10 Dinares que cuesta el visado de entrada, con el dinero y el pasaporte nos vamos directo al mostrador de visado. Primer problema, cuando le doy mi Pasaporte, e introduce los datos en el ordenador, la cara le cambia y me comenta que espere un momento, todo esto en inglés, que el mío no es nada bueno. Llama a otra persona que coge mi pasaporte y se va otra sala, a los pocos minutos sale y me pregunta si es la primera vez que estoy en el país, le comento que sí, me da la bienvenida y me da el pasaporte. Me voy al ventanilla donde cambio los euros por dinares, ahora mismo el mercado estÔ 1 Dinar = 1 Euro, aquí lo cambian un euro por 0,98 Dinares, el cambio siempre serÔ mejor que en el hotel. Pues nada una vez pasado el mal trago nos dirigimos hacia la cinta donde nuestras maletas ya estÔn en el suelo y la cinta apagada. Todo el problema del pasaporte es porque aparecía otra persona con mi nombre y apellidos. A la primera persona que conozco del grupo es José Gómez, de Barcelona, que estaba detrÔs de mí, cuando el lio del pasaporte.
Llegamos al hotel, Hotel Arena Space, son las 3:30 de la mañana y nos vienen a buscar a las 9:30 horas. Estamos en el mes del ramadÔn, por este motivo a las 5 horas aproximadamente comienza el muecín con la oración, entre este sonido que nos indica que estamos en un país Ôrabe nos quedamos dormidos.



Barrio Cristiano en Damasco, Siria.


Salimos a las 9:30 horas hacia Siria, el grupo estÔ compuesto por 14 personas, mÔs el conductor y el guía de enlace. Después de una hora y media, nos paramos para estirar los pies, cambiar dinero y comprar agua. Ahora hemos cambiado euros por libra Sirias, el cambio es un euro por 68 libras Sirias. Después de treinta minutos llegamos a la frontera entre Jordania y Siria. Ahora tenemos que pagar 5 Dinares para poder salir del país y nos vuelva a poner el sello de salida, no llegamos ni un día en el país y ya lo dejamos. El guía no sigue ya que no puede pasar la frontera, pasamos por la tierra de nadie, así se denomina al espacio entre las dos fronteras. Una vez que llegamos a la frontera de Siria, sube al autobús, la guagua, el guía que nos va acompañar en todo nuestra visita por Siria. Nos pide el pasaporte para el visado, el dinero del pago lo tiene él, como en la entrada de Jordania, el turoperador corre con los gastos de entrada a los dos países. Llegamos al hotel Jalaa, a las dos y media de la tarde, estamos en Damasco, capital de Siria. En el hotel conocemos a Beatriz, de Logroño, también en este hotel se queda José, así que después de descansar un rato, salimos los cuatro hacia el centro de la ciudad para comer. Cruzamos la avenida de Beirut, que estÔ delante de nuestro hotel para coger un taxi hacia el Barrio Cristiano, el taxista no sabe hablar muy bien el inglés, José domina mejor el inglés que nosotros, es el encargado de ir adelante. Después de varias explicaciones con las manos, hacer el símbolo de la cruz, nos ponemos en marcha. Muy importante nos aseguramos que pone el taxímetro. Nos deja en la misma puerta del Barrio Cristiano, le damos 200 Libras Sirias, la carrera son 180, pero no hace intención ninguna de devolvernos la vuelta, así que se la queda. Comenzamos a caminar por las calles de este barrio, nuestra primera intención es buscar un lugar para comer. Después de unos minutos en una de las calles por las que paseÔbamos oímos a una chica hablar en castellano, sobre la marcha me paro y le pregunto si me puede ayudar, es de Venezuela y el novio o marido es de la zona, nos indica y nos aconseja un restaurante, el Elissar, en la calle Bad Touma, ubicado en un palacio del siglo XIX, en el cual comemos muy bien y probamos la cerveza libanesa, muy buena. La verdad que el servicio y el precio del restaurante es muy bueno, así que lo aconsejamos. Después de comer, nos vamos a recorrer las calles estrechas y llenas de comercios y gente que llenan esta ciudad. Primero paramos a tomarnos un té con menta o un café turco y fumar una pipa de agua, narguile, en un cibercafé, donde aprovechamos para contactar con la familia, usando el Messenger. Volvemos a retomar las calles de la ciudad. Por el camino encontramos a tres componentes mÔs del grupo, a Virginia, Ainara y Cristina. Intercambiamos impresiones y nos aconseja llegar hasta la Gran Mezquita Omeya. Poco a poco podemos contemplar como las calles se van quedando vacías, son las seis y media, y es la hora de la oración y para comer. Aprovechamos para caminar por el mercado cubierto ya que ahora no hay nadie. Las tiendas se vuelven abrir sobre las 20:30 horas. Nosotros llegamos hasta la muralla, cerca de la ciudadela, donde estÔ el jardín ecológico, allí cogemos un taxi para volver al hotel. Cenamos y a dormir que el día ha sido duro.

Gran Mezquita Omeya; Sira.

1 comentario:

  1. Los almuecĆ­n y su llamamiento al rezo, casi nada ;-)

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