Marrakech 2016: Fin del viaje.
Después de
la visita al jardín volvemos hacia el centro de Marrakech, la plaza Jamaa el
Fna. Nos vamos a almorzar al Café Kessabine, donde ya estuvimos el primer día,
hemos comido bastante bien por 200 dirhams.
Nos tomamos el
té en la cafetería El Balcón, donde podemos contemplar una vez más el ir y
venir de la gente. Como se nota que es
la hora de comer, pero algunos esperan a sus primeros clientes del día y otros
pasan estas horas leyendo un libro.
Enfrente mismo
de nuestro situación tenemos el café Argana, conocido mundialmente por el
atentado terrorista ocurrido en el año 2011,
con el paso de estos últimos años ha vuelto a ser uno de los puntos de
referencia de la plaza.
A nuestras
espaldas tenemos unas vistas de la cordillera del Altas, sistema montañoso que
se encuentra ubicado en el noroeste de África, una cordillera con una longitud
de 2400km.
Pasamos la
tarde de compra por el zoco, en alguna tienda nos quedamos un rato para ver
parte del partido de fútbol UD. Las Palmas – FC. Barcelona, muchos aficionados al deporte rey. Hemos
recorrido calles estrechas, muchas de ellas varias veces, así que una tarde de
tiendas por el zoco de la Medina. Terminamos en la terraza que se encuentra
delante de la Mezquita Kutubia, tomando un té y viendo como cae la tarde.
Nuestro balance
de este viaje a Marrakech es muy positivo, recomendado al 100% y volveremos
para hacer una visitas a lugares del alrededor, como por ejemplo una noche en
el desierto, visitar unas cascadas cercanas, etc…
Nuestra última
cena en Marrakech no iba hacer en el puesto Nº 1 de la plaza, sino en el restaurante
La Porte du Marrakesh, que estaba muy cerca de nuestro alojamiento. Hemos cambiado
de sitio, porque todos los días una chica que estaba en la puerta nos daba las
buenas horas en español, y habíamos decidido ir a cenar el último día. María es
de Alicante y lleva unos años en Marrakech, hablamos con ella y nos acompaña a
la última planta, donde está el comedor. La calidad precio es bastante bueno y la
verdad hay que decir que es uno de los mejores sitios donde hemos comido en
estos días que hemos estado en Marrakech. Por calidad y buenos profesionales,
sobre todo María, que día tras día nos saludaba a nuestro paso por delante del
restaurante, sin agobios ni vendernos la moto como se suele decir, un lugar
recomendado para saborear una buena comida.
Mañana domingo
(21-feb-2016) volvemos a casa, así que nos vamos a dar una última vuelta por la
Medina. Nos leemos.
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