Japón 2015: Templo Ryōan-ji .
Con las tripas sonando decidimos ir almorzar, así que nos dirigimos hacia la calle principal donde nos había dejado la guagua (autobús) antes de la visita. Terminamos comiendo en un pequeño restaurante que se encontraba unos metros más abajo, vimos la pegatina de TripAdvisor y para dentro, la verdad que fue un gran acierto, comimos muy bien.
Nos vamos a
la parada de autobús que está cerca de la entrada del Templo del Pabellón
Dorado, aquí cogemos la guagua número 59 hacia nuestro próximo destino,
compramos el billete de un día, ¥500, que nos permite coger el autobús durante
todo el día sin tener que pagar más.
Llegamos al Templo
Ryōan-ji, entrada ¥500.
Este templo es conocido por su jardín de piedras, de estilo kare-sansui
(jardín seco).
En este
recinto rodeado por un muro encontramos una colección de 15 rocas en un mar de
arena. Como podemos comprobar mucha gente se sienta a contemplar dicho jardín.
Varias veces
se ha intentado explicar el significado de la ubicación de las piedras,
pero el autor desconocido, no dejó ninguna explicación. En estos últimos años
los investigadores se fijaron en la forma creada por la arena cuando es rastrillada y se
descubrió la forma de un árbol. Lo único que se, es que me relaja observar este jardín, uno intenta ver algo
más allá de las piedras y las arenas.
Después de la visita del jardín, visitamos las diferentes residencias de
los monjes, sus jardines, donde el agua es un elemento siempre presente.
Caminamos
por el jardín, donde en la parte central encontramos un estanque que de data de
la época Heian, donde en el centro tiene un pequeño santuario.
Son las cuatro
y media de la tarde, con las visitas programadas para hoy realizadas, decidimos volver al
hotel. Así que cogemos las oportunas guaguas (nº 59 y 205) hasta llegar al
hotel. Hacemos el Check-in. Descansamos
un rato y luego salimos a caminar por la zona, compramos la cena en un supermercado
que encontramos en nuestro paseo. La
zona es tranquila y con una luz tenue que te permite viajar a otra época, pero
cuando llegas a las vías principales despertamos de ese viaje en el tiempo. Acaba un nuevo día en Japón. Nos leemos.
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