Después almorzar comenzamos con las visitas de la ciudad. Visita a
la fortaleza de Junagarh
construida entre 1588 y 1593 por Maharaja Jai Singh. Hemos pagado un total de
750Rps, por las dos entradas y las cámaras.
El fuerte fue construido en el siglo XVI por un rajá que sirvió al
emperador Akbar, contiene diversos palacios. En el primer patio a la
izquierda, antes de llegar a las taquillas y donde un guardia organiza el tráfico desde su silla, encontramos las huellas de las manos de las princesas. Éstas se
inmolaban en la pira funeraria de sus esposos, tradición johar.
Luego entramos a un gran patio, donde en uno de sus lados hay un
trono con un pequeño estanque todo en mármol de Carrara. Este lugar era usado
por el marajá en el Holi, la fiesta de los colores. Antes podemos ver una
puerta de plata.
Luego pasamos al Salón de Conferencia, donde el marajá resolvía
los asuntos corrientes. Aquí podemos contemplar sus techos, tapices, pinturas y
el trono de plata.
Pasamos varios salones y pasillos todos muy hermosos y algo que contar, donde el guía siempre nos comenta su uso y los detalles de cada sala.
Ahora toca la sala de coronación. Es impresionante, tapices con
más de 300 años; puertas de nogal de Cachimira. Nos comenta el guía que cuando
se encendía las lámparas y gracias a las incrustaciones de oro y los cristales,
el reflejo y los colores eran impresionantes.
Ahora estamos en otro patio de color blanco, y visitamos la sala
de las Nubes, una sala pintada completamente con rayos, nubes y lluvia, con un
sistema revolucionario en esta época que permita caer agua desde una pared
imitando la lluvia.
Subimos a la parte alta de la fortaleza por pasillos y escaleras
estrechas para ver los inmensos jardines del marajá, así como su habitación.
Donde podemos ver su cama a ras al suelo, para evitar emboscadas
de sus enemigos, también podemos contemplar la decoración de las paredes y
techos. Aquí podemos ver un columpio dorado dedicado a Krishna, los hijos del
marajá tenían que alucinar con este columpio ya que para la época que fue
construido tenía personajes que se movían y música, todo un detalle.
Luego pasamos por varios pasillos hasta llegar a la zona donde se
encuentra el primer ascensor del estado de Rajasthan, instalado por el marajá
en el año 1937. Terminamos nuestra
visita en una sala museo donde podemos ver objetos de la Primera Guerra Mundial.
El recorrido ha sido de una duración de una hora y unos cuarenta minutos. Por
el camino Inma ha tenido que sacarse varias fotos con familias hindú.
La siguiente visita es a una
granja de cría de camellos, la entrada es de 100 Rps por persona y 50 Rps por
la cámara. El museo no es nada interesante lo mejor son los establos y las
zonas donde podemos ver las diferentes razas de camellos y podemos ver como los
ordeñan, esta leche es usada para hacer polos, al final del recorrido compro
uno por 20Rps, el cual esta bueno. Algunos de estos camellos son usados para
safaris de turistas o los alquilan por días a los agricultores. La verdad que
la visita no ha merecido mucho la pena.
Después hacemos una visita
especial, pero esto lo dejamos para la próxima entrada, ya que merece un
capítulo aparte. Luego visitamos el centro de la ciudad vieja a pie. Pasear por
estas calles tan estrechas, por donde pasan personas y vehículos es toda una
aventura, por el camino encontramos tiendas, animales, un señor que ha ganado
el premio al bigote más largo de Rajasthan, etc.
Nuestro objetivo son dos havelis,
el de Rampuria y el Daga, dos hermosas mansiones de ricos comerciantes, en el camino nos encontramos con esta peculiar bicicleta tuneada, y con una gran frase “Love is Life”. Terminamos la visita del día y nos volvemos al hotel. Nos leemos. Día 4, 5 de septiembre de
2014.
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