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Perú 2008: Lago Titicaca.

Noveno Día. 28 de agosto de 2008.
Ya nos encontramos en el altiplano, que podemos decir de esta zona, el tiempo es muy seco, el sol es duro y ya comprendo lo del nombre, la zona es un llano inmenso, y esta a una altitud de 3.827 metros del nivel del mar, pues nada más hay que decir. Puno es una ciudad que nos has sorprendido, no la esperábamos tan grande, sus casas se confunde con la tierra por el material y color que han usado en su fabricación. Lo importante es que en Puno esta el Lago Titicaca o en el lago Titicaca esta Puno, depende como se mire. El lago Titicaca es el segundo lago más grande de Sudamérica y el lago navegable más alto del mundo. 



Una vez comentada estas cuestiones, nos centramos en este noveno día. Después del desayuno nos vinieron a buscar sobre las 7:45 horas, la verdad que todos son muy puntuales. Nos vamos a la isla Amantaní, ubicada en el lago Titicaca, por lo tanto dejamos las maletas en el hotel, y nos llevamos en la mochila lo necesario para pasar una noche en la isla. Nos llevan al muelle, nuestro barco sale a las 8:00 horas, así que nos da tiempo comprar unas cosas para la familia que nos va a acoger en Amantaní, bueno no he contado aún que esta noche los vamos a pasar en casa de una familia de Amantaní, pues es uso y costumbre llevarle a la familia que te va alojar una pequeña compra. Pues mano a la obra esta es nuestra lista: bolsa de arroz, azúcar, macarrones, una red de naranjas, otra de durazno y caja de lápices, buen que se me olvidaba una bolsa de caramelos. Bueno parece mucho dinero pero son solamente S/.22 (soles). 

Partimos del muelle, nuestro guía se llama Neo y nuestro capitán Victoriano, a la pocos minutos llegamos a una de las islas de los Urus, nos reciben una familia, hay que decir que son varias islas y con sus familias correspondiente, todas esperando a los turistas, todo muy bien organizado. Una vez en tierra, bueno entre comillas, porque la verdad que tierra nos es lo que estamos pisando, sino sobre bloques de raíces de las totoras. 




Nos explican su vida día a día, sus labores, comidas y costumbres. Una vez realizada las fotos de rigor, en una torre construida exclusivamente para turistas para ver una vista general de las islas y parte del lago. Para completar la visita subimos una barca de totora para cruzar de una isla a la otra, que buenos constructores de barcos son estos urus. 


Una vez llegada a la otra isla, nos están esperando para volver coger el barco y dirigidnos hacia la isla de Amantaní. Después de 4 horas navegando por el lago Titicaca, si señor ese lago que tanto oímos en clase de EGB, llegamos a la isla de Amantaní. Sus habitantes al igual que sus antepasados viven en casas de adobe, la mayoría de ellas sin corriente eléctrica, las que tienen electricidad es gracias a unos paneles solares, y se dedican a la crianza de ovejas y a la agricultura. 




En los innumerables andenes cultivan papa, oca, cebada y "el cereal de los Incas": la quinua. Una vez llegado a la isla nos están esperando las familias, para hacerse una idea de la isla, no tiene carreteras, no hay coches, solo tiene un camino principal arreglado con piedras, no tiene agua corriente, el baño esta en el exterior de las casas, muchos aún cocinan a leña y en ollas de barro. Una vez realizado el reparto nos toca con la familia de Rufino y Vilva, su hija Jeni, con tres ingleses más. A nosotros nos toca la habitación de la parte alta de la vivienda, mientras que a los ingleses en la parte inferior. La habitación solamente tiene dos camas, una mesa y un pequeño espejo, somos afortunados porque tenemos un pequeño bombillo que no alumbra mucho pero algo es algo. 





Salimos a visitar los alrededores de la casa, a las 4:20 horas hemos quedado con el resto del grupo en una pequeña cancha de fútbol. Una vez reunido todos nos dirigimos hacia las dos montañas de la isla Pachamama y Pachatata. En la cuales se encuentra unos santuarios donde se realizan ofrendan a los dioses, que hoy en día se sigue usando. En este caso la caminata tiene un propósito bastante distinto, es ver la puesta de sol desde esta montaña, a las 17:30 horas, se realiza dicha puesta de sol, oscurece muy pronto por estos lugares. La verdad que desde la montaña Pachatata, se ven una vistas impresionantes. Terminada la puesta de sol bajamos de nuevo hacia la cancha, este caso tenemos que usar las linternas, porque hay luz pública en la isla. 



Cuando llegamos a la cancha nos estaba esperando Rufino, para llevarnos a su casa. A las 20:00 horas cenamos, la cocina es un lugar sacado de los libros pero autentico para la época que vivimos, la verdad que la comida estaba muy buena, y hasta hoy no hemos tenido ningún efecto secundario. Luego a dormir, que cielo más estrellado, cuantas estrellas y cuanto frío.


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