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Perú 2008: Machu Picchu II.

Decimocuarto Día. 2 de septiembre de 2008.
Desayunamos una mañana más, a las 5:00 horas y nos vamos a recoger a Carolina a su hotel. A las 6:00 horas estamos cogiendo la guagua para subir a Machu Picchu, el precio de la guagua es de $24 (dólares), incluye los trayectos de subida y bajada. 



A las 6:30 horas ya estamos dentro de la ciudad de Machu Picchu, en estos momentos hay poca gente unas 300 personas, lo he sacado porque nuestra guagua es la número 12 y lleva cada una unos 27 pasajeros, por lo que me comentan las personas que trabajan en la ciudad al día suele entrar unas 3.000 personas.

Sin pensarlo dos veces, comenzamos a subir un camino, no es el camino Inca. Llegamos al lugar de la típica foto, seguimos subiendo, porque queremos llegar a la casa del guardián, cogemos el camino Inca que te permite ingresar en la ciudad pero en este caso estamos saliendo, luego cruzamos unas terrazas de cultivos y llegamos a la casa. Justo a tiempo, comienza a salir el sol, la luz del sol le da una belleza extra a toda la ciudad. Nos tomamos nuestro tiempo, para poder disfrutar del momento. Poco a poco, vamos recorriendo la ciudad y disfrutando de ella tomándonos nuestro tiempo. 








Es un sitio para no ir con prisas, que genio eran estos Incas, como han podido construir esta maravilla y que aún perdure en el tiempo. Nuestros últimos minutos en Machu Picchu nos lo pasamos los tres sentados en una terraza de cultivo, contemplando todo y grabando todo en el cerebro, bueno si la memoria falla me llevo unas 520 fotos y un video que ha grabado Inma. A las 11:00 horas cogemos la guagua hacia Aguas Calientes.









Damos varias vueltas por el mercadillo y sus tiendas, almorzamos pronto. Nos despedimos de Carolina, porque ella coge el tren más tarde. A las 13:50 horas cogemos el tren hacia Oyataitambo. Llegamos aproximadamente a las 16:00 horas, un poco antes. Nos recoge un señor que en su coche nos va a llevar a Cusco. La duración del trayecto debería de ser de una hora y unos veinticinco minutos, pero este lo hace en una hora, no afloja un punto cada vez que adelante se santigua varias veces como si eso fuera a funcionar, lo que tiene que hacer es aflojar la pata. Una vez en el hotel descansamos un poco y nos preparamos para salir que hemos quedado con Carolina en la plaza de Armas. Salimos a patear las calles y mirar tiendas, y más tiendas. Una vez cansado de caminar y mirar tiendas nos vamos a cenar, como es la última noche con Carolina en el Perú, nos vamos a comer a un buen restaurante como despedida. Después de cenar cogemos un taxi, son pequeños y casi siempre cobran S/. 3 (soles), y nos vamos al hotel de Carolina, nos despedimos y seguimos para el nuestro, acaba otro día más en Perú.





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