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Cantabria 2010: La Cavada.

Jueves 9 de diciembre. Nuestra primera visita es La Cavada, donde encontramos el Arco de Triunfo o portalada de Carlos III, obra de 1784, de tipología neoclásica. La portalada era la principal abertura de un alto muro de cantería que rodeaba todo el recinto de las fundiciones reales, y a través de ella se accedía al impresionante entramado de hornos, carpinterías, escuelas, capilla, etc., que formaban parte de las renombradas fundiciones.




Visitamos Liérganes, para ver el Puente Romano de Liérganes es uno de los monumentos emblemáticos de la ciudad. Pero nuestra primera parada es para sacar una foto de las “Tetas de Liérganes” dos montañas donde los novios se sacan fotos con las dos montañas como escenario.


Seguimos hacia el puente romano, se trata de un hermoso y antiguo puente que atraviesa el Miera. La parte que deja a la izquierda el río es el casco antiguo de Liérganes, dónde se concentran la mayor parte de casonas nobles de la villa. Se ha dicho muchas veces que este puente era romano, cuando en realidad, fue construido en el siglo XVI. Si que hay constancia en un pleito de que existía un puente antiguo que se había llevado el río y que los vecinos querían reconstruir en 1588. Mucha gente afirma que el Puente Mayor sobre el Miera es uno de los lugares más bellos de Cantabria

Bajo el puente cerca del molino encontramos una estatua en homenaje al “Hombre pez”. Representa a Francisco de la Vega Casar, más conocido como el hombre-pez, protagonista de una leyenda que, sin duda, sorprenderá al viajero. Esta increíble historia comienza en el año 1656 cuando nace este personaje que, desde pequeño, ya era habitual verle a todas horas nadando en las frías aguas del río Miera. A la edad de 16 años fue enviado al País Vasco para aprender el oficio de carpintero pero al poco tiempo desapareció en las costas del Cantábrico.
No se supo nada de él hasta pasados cinco años, cuando unos pescadores que faenaban en las costas de Cádiz, lo encontraron. Los pescadores no daban crédito al insólito hallazgo ya que se trataba de un hombre al cual le habían salido escamas en el cuerpo y tenía los dedos unidos por una membrana.


Tras muchos esfuerzos descubrieron que era de Liérganes y lo condujeron de vuelta a su localidad natal. Allí vivió dos años en los que apenas hablaba, solamente emitía sonidos guturales y comía pescado crudo. Un buen día se lanzó a las aguas del Miera y desapareció para siempre.


Sin duda, una historia alucinante que, según se deduce de algunas investigaciones, pudo ser real. Una leyenda que te atrapará, al igual que el puente romano de Liérganes del año 1587.





1 comentario:

  1. Unas fotos fantásticas lugares muy bellos, saludos desde Argentina!

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